El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.
Proverbios 20:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Los bienes que se adquieren de prisa al principio, No serán al final bendecidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Una herencia que se obtiene demasiado temprano en la vida al final no es de bendición. Biblia Católica (Latinoamericana) Fortuna adquirida en pocos días no prosperará después. La Biblia Textual 3a Edicion Herencia adquirida con rapacidad al comienzo, No será bendita en su fin. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La fortuna amasada con presteza no será al final bendecida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La herencia adquirida de prisa al principio, su postrimería no será bendecida. |
El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.
Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.
Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!» Confía en el Señor, y él actuará por ti.
La fortuna amasada por la lengua embustera se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.
El hombre fiel recibirá muchas bendiciones; el que tiene prisa por enriquecerse no quedará impune.
El que amasa riquezas mediante la usura las acumula para el que se compadece de los pobres.
Y estos lo harán objeto de burla en sus sátiras y adivinanzas. »¡Ay del que se hace rico con lo ajeno y acumula prendas empeñadas! ¿Hasta cuándo seguirá con esta práctica?
Así que he desencadenado esta maldición para que entre en la casa del ladrón y en la del que jura en falso por mi nombre. Se alojará dentro de su casa y la destruirá, junto con sus vigas y sus piedras, afirma el Señor Todopoderoso».
Si no me hacéis caso ni os decidís a honrar mi nombre —dice el Señor Todopoderoso—, os enviaré una maldición, y maldeciré vuestras bendiciones. Ya las he maldecido, porque no os habéis decidido a honrarme.
Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.