Jonadab le sugirió: ―Acuéstate y finge que estás enfermo. Cuando tu padre vaya a verte, dile: “Por favor, que venga mi hermana Tamar a darme de comer. Quisiera verla preparar la comida aquí mismo, y que ella me la sirva”.
Proverbios 19:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Hijo mío, si dejas de atender a la corrección, te apartarás de las palabras del saber. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de sabiduría. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, si dejas de escuchar la instrucción, le darás la espalda al conocimiento. Biblia Católica (Latinoamericana) El hijo que no hace más caso de los que lo reprenden, sólo puede rumiar malos pensamientos. La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, deja de oír consejos Que te apartan de las palabras de sabiduría. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si dejas, hijo mío, de oír la instrucción, te apartarás de las palabras de ciencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cesa, hijo mío, de oír la enseñanza que te hace divagar de las palabras de conocimiento. |
Jonadab le sugirió: ―Acuéstate y finge que estás enfermo. Cuando tu padre vaya a verte, dile: “Por favor, que venga mi hermana Tamar a darme de comer. Quisiera verla preparar la comida aquí mismo, y que ella me la sirva”.
Aquellos jóvenes, que se habían criado con él, le contestaron: ―El pueblo te ha dicho: “Tu padre nos impuso un yugo pesado; hazlo tú más ligero”. Pues bien, respóndeles de este modo: “Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre.
Mantente a distancia del necio, pues en sus labios no hallarás conocimiento.
El que roba a su padre y echa a la calle a su madre es un hijo infame y sinvergüenza.
El testigo corrupto se burla de la justicia, y la boca del malvado engulle maldad.
»” ’Por tanto, no hagáis caso a vuestros profetas ni a vuestros adivinos, intérpretes de sueños, astrólogos y hechiceros, que os dicen que no os sometáis al rey de Babilonia.
Entonces comprendieron que no les decía que se cuidaran de la levadura del pan, sino de la enseñanza de los fariseos y de los saduceos.
―Tened cuidado —les advirtió Jesús—; evitad la levadura de los fariseos y de los saduceos.
»Cuidaos de los falsos profetas. Vienen a vosotros disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
»Prestad mucha atención —añadió—. Con la medida que medís a otros, se os medirá a vosotros, y aún más se os añadirá.
Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas».
Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas.
Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejercítate en la piedad,
Queridos hermanos, no creáis a cualquiera que pretenda estar inspirado por el Espíritu, sino sometedlo a prueba para ver si es de Dios, porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.
Si alguien os visita y no lleva esta enseñanza, no lo recibáis en casa ni le deis la bienvenida,
Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia. Sé que no puedes soportar a los malvados, y que has puesto a prueba a los que dicen ser apóstoles, pero no lo son; y has descubierto que son falsos.