El perezoso mete la mano en el plato, pero es incapaz de llevarse el bocado a la boca.
El perezoso mete su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.
Los perezosos toman la comida en la mano, pero ni siquiera se la llevan a la boca.
El flojo mete la mano en el plato, y luego no la lleva a la boca.
El perezoso mete la mano en el plato, Y le fatiga aun llevarla a su boca.
El perezoso mete la mano en el plato, y no es capaz de llevarla a la boca.
El perezoso esconde su mano en el seno; y ni aun a su boca la llevará.
¿Por qué retraes tu mano, tu mano derecha? ¿Por qué te quedas cruzado de brazos?
El perezoso no atrapa presa, pero el diligente ya posee una gran riqueza.
El camino del perezoso está plagado de espinas, pero la senda del justo es como una calzada.
La pereza conduce al sueño profundo; el holgazán pasará hambre.
La codicia del perezoso lo lleva a la muerte, porque sus manos se niegan a trabajar;
―El que mete la mano conmigo en el plato es el que me va a traicionar —respondió Jesús—.
―Es uno de los doce —contestó—, uno que moja el pan conmigo en el plato.