óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Págale a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.
Proverbios 15:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte, ¡cuánto más el corazón humano! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El Seol y el Abadón están delante de Jehová; ¡Cuánto más los corazones de los hombres! Biblia Nueva Traducción Viviente Ni la Muerte ni la Destrucción ocultan secretos al Señor, ¡mucho menos el corazón humano! Biblia Católica (Latinoamericana) El mundo infernal y la muerte están a la vista de Yavé, ¡cuánto más el corazón de los hombres! La Biblia Textual 3a Edicion El Seol y el Abadón están delante de YHVH, ¡Cuánto más los corazones de los hijos del hombre! Biblia Serafín de Ausejo 1975 El seol y el abismo están ante Yahveh. ¡Cuánto más los corazones de los hombres! Biblia Reina Valera Gómez (2023) El infierno y la destrucción están delante de Jehová: ¡Cuánto más los corazones de los hijos de los hombres! |
óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Págale a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.
Ante Dios, queda el sepulcro al descubierto; nada hay que oculte a este destructor.
Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.
¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos?
Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.
Para el descarriado, disciplina severa; para el que aborrece la corrección, la muerte.
En el crisol se prueba la plata y en el horno se prueba el oro, pero al corazón lo prueba el Señor.
El sepulcro, la muerte y los ojos del hombre jamás se dan por satisfechos.
«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».
Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.
Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido
Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.
A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de vosotros os trataré de acuerdo con vuestras obras.
El rey que los dirigía era el ángel del abismo, que en hebreo se llama Abadón y en griego Apolión.
Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.