Pero tú te has ganado el juicio que merecen los impíos; el juicio y la justicia te tienen atrapado.
Proverbios 11:21 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Una cosa es segura: Los malvados no quedarán impunes, pero los justos saldrán bien librados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tarde o temprano, el malo será castigado; Mas la descendencia de los justos será librada. Biblia Nueva Traducción Viviente Los malvados seguramente recibirán castigo, pero los hijos de los justos serán liberados. Biblia Católica (Latinoamericana) El malvado nunca quedará sin castigo, pero la descendencia de los justos será salvada. La Biblia Textual 3a Edicion Con toda certeza°, el malo no quedará sin castigo, Pero la descendencia de los justos será librada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jamás el malvado quedará impune, el linaje de los justos se salvará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aunque llegue la mano a la mano, el malo no quedará sin castigo; mas la simiente de los justos será librada. |
Pero tú te has ganado el juicio que merecen los impíos; el juicio y la justicia te tienen atrapado.
»No imites la maldad de las mayorías. »No te dejes llevar por la mayoría en un proceso legal. »No perviertas la justicia tomando partido con la mayoría.
»Mantente al margen de cuestiones fraudulentas. »No le quites la vida al que es inocente y honrado, porque yo no absuelvo al malvado.
El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se complace en los que viven con rectitud.
Como argolla de oro en hocico de cerdo es la mujer bella pero indiscreta.
Al justo no le sobrevendrá ningún daño, pero al malvado lo cubrirá la desgracia.
El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos.
El Señor aborrece a los arrogantes. Una cosa es segura: no quedarán impunes.
No estoy enojado. Si tuviera zarzas y espinos, pelearía contra ella y la quemaría totalmente,
Haré que haya coherencia entre su pensamiento y su conducta, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos.
Entonces los hombres que sabían que sus esposas ofrecían incienso a otros dioses, así como las mujeres que estaban presentes, es decir, un grupo numeroso, y todo el pueblo que vivía en la región sur de Egipto, respondieron a Jeremías:
En efecto, la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.