Pero Micaías repuso: ―Tan cierto como que el Señor vive, te juro que yo le anunciaré al rey lo que Dios me diga.
Oseas 9:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Porque no le obedecieron, mi Dios los rechazará; ¡andarán errantes entre las naciones! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán errantes entre las naciones. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi Dios rechazará al pueblo de Israel porque no quiere escuchar ni obedecer. Será un vagabundo, sin hogar entre las naciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Como no le hicieron caso, mi Dios los echará de su presencia y andarán como vagabundos por la tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Mi Dios los desechará, porque ellos no lo escucharon, Y andarán errantes entre las naciones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi Dios los rechazará porque no lo escucharon: andarán errantes entre las naciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán errantes entre las naciones. |
Pero Micaías repuso: ―Tan cierto como que el Señor vive, te juro que yo le anunciaré al rey lo que Dios me diga.
Pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, tenían en poco sus palabras, y se mofaban de sus profetas. Por fin, el Señor desató su ira contra el pueblo, y ya no hubo remedio.
El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.
Si hubieras prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría sido como un río; tu justicia, como las olas del mar.
Entonces Isaías dijo: «¡Escuchad ahora vosotros, los de la dinastía de David! ¿No os basta con agotar la paciencia de los hombres, que hacéis lo mismo con mi Dios?
Por eso se les llama “Escoria de la plata”: ¡para el Señor son un desecho!»
Y ahora, puesto que vosotros habéis hecho todas estas cosas —afirma el Señor—, y puesto que una y otra vez os he hablado y no me habéis querido escuchar, y puesto que os he llamado y no me habéis respondido,
Os echaré de mi presencia, así como eché a todos vuestros hermanos, a toda la descendencia de Efraín”.
»Comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no se saciarán; porque han abandonado al Señor para entregarse
pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. »Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.
¡Ay de ellos, que de mí se alejaron! ¡Que sean destruidos por rebelarse contra mí! Yo bien podría redimirlos, pero ellos no me hablan con la verdad.
y me preguntó: ―¿Qué ves, Amós? ―Una canasta de fruta madura —respondí. Entonces el Señor me dijo: ―Ha llegado el tiempo de que Israel caiga como fruta madura; no volveré a perdonarlo.
Daré la orden de zarandear al pueblo de Israel entre todas las naciones, como se zarandea la arena en una criba, sin que caiga a tierra ni una sola piedra.
Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
»”No seáis como vuestros antepasados, a quienes les proclamaron los profetas de antaño que así dice el Señor Todopoderoso: ‘Volveos de vuestra mala conducta y de vuestras malas acciones’. Porque ellos no me obedecieron ni me prestaron atención —afirma el Señor—.
―Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es vuestro Padre; a mi Dios, que es vuestro Dios”.
«¿Dónde piensa irse este para que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones, para enseñar a los griegos?
»Si después de haber tenido hijos y nietos, y de haber vivido en la tierra mucho tiempo, os corrompéis y os fabricáis ídolos y toda clase de figuras, haciendo así lo malo ante el Señor vuestro Dios y provocándolo a ira,
El Señor os dispersará entre las naciones, y entre todas ellas solo quedaréis esparcidos unos pocos.
Así que mi Dios os proveerá de todo lo que necesitéis, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que se hallan dispersas por el mundo: Saludos.