Tras ellas brotaron otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.
Oseas 9:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Efraín se ha marchitado: su raíz se secó y no produce fruto. Aunque llegue a tener hijos, mataré el precioso fruto de su vientre». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Efraín fue herido, su raíz está seca, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré lo deseable de su vientre. Biblia Nueva Traducción Viviente El pueblo de Israel ha sido derribado. Sus raíces se han secado y no darán más fruto. Y si dan a luz, yo mataré a sus amados hijos». Biblia Católica (Latinoamericana) Efraím se está muriendo, sus raíces se están secando y ya no habrá más frutos. Y aunque tengan hijos, yo haré morir el apreciado fruto de su seno. La Biblia Textual 3a Edicion Herido está Efraín, su raíz está seca y no da fruto, Aunque den a luz, haré morir el amor de sus entrañas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Efraín está herido, su raíz se seca, no dará más fruto. Aunque den a luz, yo mataré los tesoros de su vientre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Efraín fue herido, se secó su raíz, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el amado fruto de su vientre. |
Tras ellas brotaron otras siete espigas marchitas, delgadas y quemadas por el viento solano.
En el tronco, sus raíces se han secado; en la copa, sus ramas se marchitan.
Escasamente han sido plantados, apenas han sido sembrados, apenas echan raíces en la tierra, cuando él sopla sobre ellos y se marchitan; ¡y el huracán los arrasa como paja!
Por eso, así como las lenguas de fuego devoran la paja y el pasto seco se consume en las llamas, su raíz se pudrirá y como el polvo se disipará su flor. Porque han rechazado la ley del Señor Todopoderoso y han desdeñado la palabra del Santo de Israel.
advertirle al pueblo de Israel que así dice el Señor omnipotente: “Voy a profanar mi santuario, orgullo de vuestra fortaleza, el templo que os deleita la vista y en el que depositáis vuestro afecto. Los hijos y las hijas que dejasteis morirán a filo de espada,
Efraín está deprimido, aplastado por el juicio, empeñado en seguir a los ídolos.
»Sembraron vientos y cosecharán tempestades. El tallo no tiene espiga y no producirá harina; si acaso llegara a producirla, se la tragarían los extranjeros.
»Mirad, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja, y aquel día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama —dice el Señor Todopoderoso—.
En la calle, la espada los dejará sin hijos, y en sus casas reinará el terror. Perecerán los jóvenes y las doncellas, los que aún maman y los que peinan canas.