Jeroboán construyó santuarios paganos en los cerros, y puso como sacerdotes a toda clase de gente, hasta a quienes no eran levitas.
Oseas 8:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Israel se olvidó de su Hacedor y se edificó palacios; Judá multiplicó las ciudades amuralladas; pero yo lanzaré sobre sus ciudades y fortalezas un fuego que las consuma». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios. Biblia Nueva Traducción Viviente Israel se olvidó de su Creador y construyó grandes palacios, y Judá fortificó sus ciudades. Por lo tanto, haré descender fuego sobre sus ciudades y quemaré sus fortalezas». Biblia Católica (Latinoamericana) Israel se ha olvidado de su creador y construye palacios; Judá, por su parte, multiplica las ciudades fortificadas; pero yo prenderé fuego a sus ciudades e incendiaré sus castillos. La Biblia Textual 3a Edicion Porque Israel ha olvidado a su Hacedor, y edificó palacios, Judá multiplicó ciudades fortificadas; Pero Yo prenderé un fuego a sus ciudades que consumirá sus palacios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Israel olvidó a su Hacedor y construyó palacios; Judá multiplicó las ciudades fortificadas. Enviaré fuego a sus ciudades y devorará sus palacios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Israel se ha olvidado de su Hacedor y ha edificado templos; y Judá ha multiplicado ciudades fortificadas; pero yo enviaré fuego a sus ciudades, el cual devorará sus palacios. |
Jeroboán construyó santuarios paganos en los cerros, y puso como sacerdotes a toda clase de gente, hasta a quienes no eran levitas.
Como si hubiera sido poco el cometer los mismos pecados de Jeroboán hijo de Nabat, también se casó con Jezabel hija de Et Baal, rey de los sidonios, y se dedicó a servir a Baal y a adorarlo.
En el año catorce del reinado de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, atacó y tomó todas las ciudades fortificadas de Judá.
Así mismo, construyó torres en el desierto y cavó un gran número de pozos, pues tenía mucho ganado en la llanura y en la meseta. Tenía también labradores y viñadores que trabajaban en las montañas y en los valles, pues era un amante de la agricultura.
construyó ciudades en las montañas de Judá, y fortalezas y torres en los bosques.
Se olvidaron del Dios que los salvó y que había hecho grandes cosas en Egipto:
Venid, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor.
Porque te olvidaste del Dios de tu salvación; no te acordaste de la Roca de tu fortaleza. Por eso, aunque siembres las plantas más selectas y plantes vides importadas,
Cuando él vea a sus hijos, y la obra de mis manos en medio de él, todos ellos santificarán mi nombre; santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.
El Señor marchará como guerrero; como hombre de guerra despertará su celo. Con gritos y alaridos se lanzará al combate, y triunfará sobre sus enemigos.
Por eso el Señor derramó sobre él su ardiente ira y el furor de la guerra. Lo envolvió en llamas, pero no comprendió; lo consumió, pero no lo tomó en serio.
«Si se caen los ladrillos, reconstruiremos con piedra tallada; si se caen las vigas de higuera, las repondremos con vigas de cedro».
De esto se entera todo el pueblo —Efraín y los habitantes de Samaria—, todos los que dicen con orgullo y con altivez de corazón:
Pero, si no obedecéis mi mandato de observar el reposo del sábado, y de no llevar carga al entrar en sábado por las puertas de Jerusalén, entonces les prenderé fuego a sus puertas, que no podrá ser apagado y que consumirá los palacios de Jerusalén’ ”».
¿Acaso una joven se olvida de sus joyas, o una novia de su atavío? ¡Pues hace muchísimo tiempo que mi pueblo se olvidó de mí!
Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal.
Se escucha un grito en las lomas estériles, la súplica angustiosa del pueblo de Israel, porque han pervertido su conducta, se han olvidado del Señor su Dios.
Acabarán con tu cosecha y tu alimento, devorarán a tus hijos e hijas, matarán a tus rebaños y ganados, y destruirán tus viñas y tus higueras. Tus ciudades fortificadas, en las que pusiste tu confianza, serán pasadas a filo de espada.
»”Por eso, así dice el Señor omnipotente: Por cuanto me has olvidado y me has dado la espalda, sufrirás las consecuencias de tu lujuria y de tus prostituciones”».
Les di de comer, y quedaron saciados, y, una vez satisfechos, se volvieron arrogantes y se olvidaron de mí.
La llamaré a cuentas por los días en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes —afirma el Señor—.
pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. »Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.
yo enviaré fuego contra los muros de Tiro, que consumirá sus fortalezas».
yo prenderé fuego a los muros de Rabá, que consumirá sus fortalezas entre gritos de guerra en el día de la batalla, y en el rugir de la tormenta en un día de tempestad.
yo enviaré fuego contra el palacio de Jazael, que consumirá las fortalezas de Ben Adad.
Por eso yo enviaré fuego contra Judá, que consumirá las fortalezas de Jerusalén».
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
¡Desertaste de la Roca que te engendró! ¡Olvidaste al Dios que te dio vida!