Jacob se acercó y lo besó. Cuando Isaac olió su ropa, lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el de un campo bendecido por el Señor.
Oseas 14:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Sus vástagos crecerán, y tendrán el esplendor del olivo y la fragancia del cedro del Líbano. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. Biblia Nueva Traducción Viviente Sus ramas se extenderán como hermosos olivos, tan fragantes como los cedros del Líbano. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo seré para Israel como el rocío;
florecerá como una azucena
y extenderá sus raíces como el árbol del Líbano. La Biblia Textual 3a Edicion Se extenderán sus ramas, Su esplendor será como el del olivo, Y exhalará su perfume como el Líbano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Seré para Israel como rocío; él florecerá como el lirio y echará sus raíces como el álamo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y su fragancia como el Líbano. |
Jacob se acercó y lo besó. Cuando Isaac olió su ropa, lo bendijo con estas palabras: «El olor de mi hijo es como el de un campo bendecido por el Señor.
En el seno de tu hogar, tu esposa será como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo.
Pero yo soy como un olivo verde que florece en la casa de Dios; yo confío en el gran amor de Dios eternamente y para siempre.
Días vendrán en que Jacob echará raíces, en que Israel retoñará y florecerá, y llenará el mundo con sus frutos.
Florecerá y se regocijará: ¡gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano, y el esplendor del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
Cuando veáis esto, se regocijará vuestro corazón, y vuestro cuerpo florecerá como la hierba; el Señor dará a conocer su poder entre sus siervos, y su furor entre sus enemigos.
El Señor te puso por nombre: «Olivo frondoso, lleno de hermosos frutos». Pero, en medio de grandes estruendos, te ha prendido fuego, y tus ramas se consumen.
Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.
Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo.
Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviasteis. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado.