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Oseas 11:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En sus ciudades se blandirán espadas, que destrozarán los barrotes de sus puertas y acabarán con sus planes.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades; los enemigos derribarán sus puertas. Los destruirán, atrapándolos en sus propios planes malignos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La espada arrasará sus ciudades, exterminará a sus hijos y se saciará con sus fortalezas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

La espada gravitará en sus ciudades, Y el fuego consumirá las barras de sus puertas, Porque siguieron sus propios consejos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Llegará la espada a sus ciudades, descerrajará sus cerrojos, los devorará por sus amaños.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.

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Lòt tradiksyon



Oseas 11:6
25 Referans Kwoze  

Tales hechos los contaminaron; tales acciones los corrompieron.


Muchas veces Dios los libró; pero ellos, empeñados en su rebeldía, se hundieron en la maldad.


Porque antes de la vendimia, cuando la flor se cae y madura la uva, se podarán los retoños y se arrancarán de raíz los sarmientos.


En ruinas está la ciudad fortificada; es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto. Allí se echa el ternero, allí pace y deshoja las ramas.


El Señor ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado,


Por eso en un mismo día el Señor le cortará a Israel la cabeza y la cola, la palmera y el junco.


Acabarán con tu cosecha y tu alimento, devorarán a tus hijos e hijas, matarán a tus rebaños y ganados, y destruirán tus viñas y tus higueras. Tus ciudades fortificadas, en las que pusiste tu confianza, serán pasadas a filo de espada.


»¡Muerte a los babilonios! ¡Muerte a sus jefes y sabios! —afirma el Señor—.


Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay ley ni profetas, ni visiones de parte del Señor.


Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del Señor. Así dice el Señor omnipotente: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar, y quemará toda la superficie, de norte a sur.


Un estruendo de guerra se levantará contra tu pueblo, y todas tus fortalezas serán devastadas, como devastó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla, cuando las madres fueron destrozadas junto con sus hijos.


El becerro será llevado a Asiria como tributo para el gran rey. Efraín quedará avergonzado; Israel se avergonzará de sus ídolos.


El pueblo de Samaria cargará con su culpa por haberse rebelado contra su Dios. Caerán a filo de espada; ¡a los niños los lanzarán contra el suelo, y a las embarazadas les abrirán el vientre!


Israel es tan indómito como una novilla. ¿Cómo podrá el Señor pastorearlos en campo abierto, como a corderos?


Efraín se ha aliado con las imágenes; ¡pues que se quede con ellas!


Dejaré caer sobre vosotros la espada de la venganza prescrita en el pacto. Cuando os retiréis a vuestras ciudades, os enviaré una plaga, y caeréis en poder del enemigo.


convertiré en ruinas vuestras ciudades y asolaré vuestros santuarios. No me complaceré más en el aroma de vuestras ofrendas, que me era grato.


Os dispersaré entre las naciones: desenvainaré la espada, y os perseguiré hasta dejar desolada vuestra tierra, y en ruinas vuestras ciudades.


El Señor omnipotente jura por sí mismo; esto afirma el Señor Dios Todopoderoso: «Yo detesto la arrogancia de Jacob; yo aborrezco sus fortalezas; por eso entregaré la ciudad al enemigo, con todo lo que hay en ella».


Exterminaré las ciudades de tu país y derribaré todas tus fortalezas.


»Mirad, ya viene el día, ardiente como un horno. Todos los soberbios y todos los malvados serán como paja, y aquel día les prenderá fuego hasta dejarlos sin raíz ni rama —dice el Señor Todopoderoso—.


Te acorralará en todas las ciudades de tu tierra; te sitiará hasta que se derrumben esas murallas fortificadas en las que has confiado. ¡Te asediará en toda la tierra y en las ciudades que el Señor tu Dios te ha dado!


En la calle, la espada los dejará sin hijos, y en sus casas reinará el terror. Perecerán los jóvenes y las doncellas, los que aún maman y los que peinan canas.