Pero Nabot le respondió: ―¡El Señor me libre de venderte lo que heredé de mis antepasados!
Números 36:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Ninguna heredad en Israel podrá pasar de una tribu a otra, porque cada israelita tiene el derecho de conservar la tierra que su tribu heredó de sus antepasados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel estará ligado a la heredad de la tribu de sus padres. Biblia Nueva Traducción Viviente No se permite que ninguna tierra se transfiera de una tribu a otra, ya que toda la tierra asignada a cada tribu debe permanecer dentro de la tribu a la que inicialmente fue concedida. Biblia Católica (Latinoamericana) Con eso la herencia de los israelitas no pasará de una tribu a otra, sino que cada uno estará vinculado a la herencia de la tribu de sus padres. La Biblia Textual 3a Edicion para que no ande rodando la herencia de los hijos de Israel de tribu en tribu, sino que los hijos de Israel conserven cada uno la heredad de la tribu de sus padres. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, la herencia de los israelitas no pasará de una tribu a otra, y los israelitas retendrán cada uno la herencia de su tribu paterna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel se unirá a la heredad de la tribu de sus padres. |
Pero Nabot le respondió: ―¡El Señor me libre de venderte lo que heredé de mis antepasados!
Toda hija que herede tierras, en cualquiera de las tribus, deberá casarse con alguien que pertenezca a la familia patriarcal de sus antepasados. Así cada israelita podrá conservar la heredad de sus padres.
Ninguna heredad podrá pasar de una tribu a otra, porque cada tribu israelita debe conservar la tierra que heredó.
Después de todo esto, Josué envió a todo el pueblo a sus respectivas propiedades.
Te ruego que escuches mis palabras. Si quien te mueve en contra mía es el Señor, una ofrenda bastará para aplacarlo. Pero, si son los hombres, ¡que el Señor los maldiga! Hoy me expulsan de esta tierra, que es la herencia del Señor, y me dicen: “¡Vete a servir a otros dioses!”