tú no los abandonaste en el desierto porque eres muy compasivo. »Jamás se apartó de ellos la columna de nube que los guiaba de día por el camino; ni dejó de alumbrarlos la columna de fuego que de noche les mostraba por dónde ir.
Nehemías 9:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Con una columna de nube los guiaste de día, con una columna de fuego los guiaste de noche: les alumbraste el camino que debían seguir. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Guiaste a nuestros antepasados mediante una columna de nube durante el día y una columna de fuego durante la noche para que pudieran encontrar el camino. Biblia Católica (Latinoamericana) Tú los guiaste de día por medio de una columna de nubes y de noche por una columna de fuego, para alumbrar el camino por donde iban caminando. La Biblia Textual 3a Edicion De día los guiaste con columna de nube, y de noche con columna de fuego, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De día los guiabas con columna de humo; con columna de fuego por la noche, para iluminarles el camino que habían de seguir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. |
tú no los abandonaste en el desierto porque eres muy compasivo. »Jamás se apartó de ellos la columna de nube que los guiaba de día por el camino; ni dejó de alumbrarlos la columna de fuego que de noche les mostraba por dónde ir.
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma.
Por tu gran amor guías al pueblo que has rescatado; por tu fuerza los llevas a tu santa morada.
En aquel día, con la mano en alto les juré que los sacaría de Egipto y los llevaría a una tierra que yo mismo había explorado. Es una tierra donde abundan la leche y la miel, ¡la más hermosa de todas!
Así sucedía siempre: de día la nube cubría el santuario, mientras que de noche cobraba apariencia de fuego.
A veces la nube se quedaba una sola noche; pero, ya fuera de día o de noche, cuando la nube se levantaba, los israelitas se ponían en marcha.
que iba delante de vosotros para buscaros dónde acampar. De noche lo hacía con fuego, para que vierais el camino a seguir, y de día os acompañaba con una nube.