Toda la asamblea contestó en alta voz: ―Haremos todo lo que nos has dicho.
Nehemías 5:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Está bien —respondieron ellos—, haremos todo lo que nos has pedido. Se lo devolveremos todo, sin exigirles nada. Entonces llamé a los sacerdotes, y ante estos les hice jurar que cumplirían su promesa. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces ellos respondieron: —Devolveremos todo y no le exigiremos nada al pueblo; haremos como tú dices. Luego llamé a los sacerdotes e hice que los nobles y los funcionarios juraran que cumplirían su promesa. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos respondieron: 'Devolveremos lo que recibimos en prenda, no exigiremos nada y haremos lo que tú dices'.
Entonces llamé a los sacerdotes e hice que todo el mundo jurara que iba a poner en práctica esa promesa. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces respondieron: Lo devolveremos y no lo requeriremos más. Haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a este asunto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos dijeron: 'Se lo devolveremos sin exigirles nada; haremos como tú dices'. Llamé luego a los sacerdotes y les hice jurar que obrarían conforme a esta promesa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijeron: Lo devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esto. |
Toda la asamblea contestó en alta voz: ―Haremos todo lo que nos has dicho.
Al oír esto, Esdras se levantó e hizo que los jefes de los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo de Israel se comprometieran, bajo juramento, a cumplir con lo que habían dicho; y ellos lo juraron.
se unieron a sus parientes que ocupaban cargos importantes y se comprometieron, bajo juramento, a vivir de acuerdo con la ley que Dios les había dado por medio de su servidor Moisés, y a obedecer todos los mandamientos, normas y estatutos de nuestro Señor.
Además, todos nos comprometimos a no casar a nuestras hijas con los habitantes del país ni aceptar a sus hijas como esposas para nuestros hijos.
También prometimos que, si la gente del país venía en sábado, o en cualquier otro día de fiesta, a vender sus mercancías o alguna otra clase de víveres, nosotros no les compraríamos nada. Prometimos así mismo que en el séptimo año no cultivaríamos la tierra, y que perdonaríamos toda deuda.
Entonces los reprendí y los maldije; a algunos de ellos los golpeé, y hasta les arranqué los pelos, y los obligué a jurar por Dios. Les dije: «No permitáis que vuestras hijas se casen con sus hijos, ni os caséis vosotros ni vuestros hijos con sus hijas.
Yo os ruego que les devolváis sus campos, viñedos, olivares y casas, y también el uno por ciento de la plata, del trigo, del vino y del aceite que vosotros les exigís.
Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió: ―Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Pero Zaqueo dijo resueltamente: ―Mira, Señor: Ahora mismo voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes y, si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces la cantidad que sea.