También ordenó que los habitantes de Jerusalén entregaran a los sacerdotes y a los levitas la parte que les correspondía, para que pudieran dedicarse a la ley del Señor.
Nehemías 13:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Todo Judá trajo a los almacenes la décima parte del trigo, del vino y del aceite. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los almacenes. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, una vez más, todo el pueblo de Judá comenzó a llevar sus diezmos de grano, de vino nuevo y de aceite de oliva a los depósitos del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces todo el pueblo de Judá entregó de nuevo en los almacenes el diezmo del trigo, del vino y del aceite. La Biblia Textual 3a Edicion Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino nuevo y del aceite, a la tesorería. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todo Judá trajo a los almacenes el diezmo del trigo, del mosto y del aceite. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino nuevo y del aceite a los tesoros. |
También ordenó que los habitantes de Jerusalén entregaran a los sacerdotes y a los levitas la parte que les correspondía, para que pudieran dedicarse a la ley del Señor.
Tan pronto como se dio la orden, los israelitas entregaron en abundancia las primicias del trigo, del vino, del aceite, de la miel y de todos los productos del campo. También dieron en abundancia el diezmo de todo.
Aquel día se nombró a los encargados de los depósitos donde se almacenaban los tesoros, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que depositaran en ellos las contribuciones que provenían de los campos de cada población y que, según la ley, les correspondían a los sacerdotes y a los levitas. La gente de Judá estaba contenta con el servicio que prestaban los sacerdotes y levitas,
»El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al Señor, pues le está consagrado.
»Traed íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Probadme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y ved si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
»¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Vosotros me estáis robando! »Y todavía preguntáis: “¿En qué te robamos?” »En los diezmos y en las ofrendas.
»Cada año, sin falta, apartarás la décima parte de todo lo que produzcan tus campos.