»¡Levantad la bandera en el país! ¡Tocad la trompeta entre las naciones! ¡Convocad contra ella a los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz! ¡Poned al frente un general! ¡Que avancen los caballos cual plaga de langostas!
Nahúm 3:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Tus dignatarios son como langostas y tus oficiales, como insectos que en días fríos se posan sobre los muros, pero que al salir el sol desaparecen, y nadie sabe dónde hallarlos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tus príncipes serán como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están. Biblia Nueva Traducción Viviente Tus guardias y tus oficiales también son como una nube de langostas que se amontona sobre los cercos en un día frío. Pero al igual que las langostas que vuelan cuando sale el sol, todos levantarán el vuelo y desaparecerán. Biblia Católica (Latinoamericana) tus guardias, como langosta,
y tus funcionarios como enjambres de insectos
que se posan en los cercos en un día de frío.
Sale el sol y se van,
se despliegan los pulgones,
se vuelan y nadie sabe dónde. La Biblia Textual 3a Edicion Y tus príncipes como langostas, y tus capitanes como langostones Posados en las tapias en día frío, Al brillar el sol volarán sin dejar huella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tus guardianes son como saltamontes, tus escribas como nube de insectos que se posan en los paredones en días de frío. Sale el sol y se escapan y nadie sabe adónde. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tus príncipes son como langostas, y tus capitanes como nubes de langostas que se sientan en vallados en día de frío; salido el sol se van, y no se conoce el lugar donde están. |
»¡Levantad la bandera en el país! ¡Tocad la trompeta entre las naciones! ¡Convocad contra ella a los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz! ¡Poned al frente un general! ¡Que avancen los caballos cual plaga de langostas!
Los extranjeros más crueles lo han talado, abandonándolo a su suerte. Sus ramas han caído en los montes y en los valles; yacen rotas por todas las cañadas del país. Huyeron y lo abandonaron todas las naciones que buscaban protección bajo su sombra.
¡Saquead la plata! ¡Saquead el oro! El tesoro es inagotable, y abundan las riquezas y los objetos preciosos.
El aspecto de las langostas era como de caballos equipados para la guerra. Llevaban en la cabeza algo que parecía una corona de oro, y su cara se asemejaba a un rostro humano.