Tú conoces bien a tu padre David y a sus soldados: son valientes, y deben de estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, tu padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
Nahúm 2:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¿Qué fue del león, que despedazaba para sus crías y estrangulaba para sus leonas, que llenaba de presas su caverna y de carne su guarida? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas. Biblia Nueva Traducción Viviente El león despedazaba carne para sus cachorros y estrangulaba presas para su leona. Llenaba la guarida de presas y sus cavernas con su botín. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Dónde está la cueva de los leones,
guarida de sus cachorros,
donde iban a llevar sus crías
sin que nadie los molestara? La Biblia Textual 3a Edicion El león hacía presas suficientes para sus cachorros Y despedazaba para sus leonas, Su cueva se llenaba de víctimas, Su guarida de rapiña. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Dónde está la guarida de los leones, el cubil de los cachorros, donde el león daba cobijo a su camada sin que nadie le inquietara? Biblia Reina Valera Gómez (2023) El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas. |
Tú conoces bien a tu padre David y a sus soldados: son valientes, y deben de estar furiosos como una osa salvaje a la que le han robado su cría. Además, tu padre tiene mucha experiencia como hombre de guerra y no ha de pasar la noche con las tropas.
«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, me devoró, me confundió; me dejó como un plato vacío. Me tragó como un monstruo marino, con mis delicias se ha llenado el estómago para luego vomitarme.
¿Qué fue de la guarida de los leones y de la cueva de los leoncillos, donde el león, la leona y sus cachorros se guarecían sin que nadie los perturbara?
«Pero ahora yo vengo contra ti —afirma el Señor omnipotente—. Reduciré a cenizas tus carros de guerra y mataré a filo de espada a tus leoncillos. Pondré fin en el país a tus rapiñas, y no volverá a oírse la voz de tus mensajeros».
Un pueblo se alza como leona; se levanta como león. No descansará hasta haber devorado su presa y bebido la sangre de sus víctimas».