Las riquezas mal adquiridas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte.
Miqueas 6:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «¡Malvados! ¿Debo tolerar vuestros tesoros mal habidos, y vuestras odiosas medidas adulteradas? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Qué puedo decir de las casas de los perversos que se llenaron de riquezas obtenidas con estafa? ¿Qué de la práctica repugnante de pesar el grano con medidas falsas? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Voy a soportar una medida falsa, un galón disminuido? La Biblia Textual 3a Edicion ¿Aún hay tesoros injustos en casa del impío, Con sus medidas exiguas e indignantes? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿tengo yo que soportar la casa del impío, los tesoros de iniquidad y el indignante efá disminuido? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Hay aún tesoros de impiedad en casa del impío, y medida escasa que es abominable? |
Las riquezas mal adquiridas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte.
El Señor aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas.
El Señor aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas.
La fortuna amasada por la lengua embustera se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.
«Los que acumulan en sus fortalezas el fruto de la violencia y el saqueo no saben actuar con rectitud», afirma el Señor.
Proclamad en las fortalezas de Asdod y en los baluartes de Egipto: «Reuníos sobre los montes de Samaria y ved cuánto pánico hay en ella, ¡cuánta opresión hay en su medio!»
Tribu y asamblea de la ciudad, escuchad la voz del Señor, que os convoca, pues es de sabios temer su nombre.
En aquel día castigaré a cuantos evitan pisar el umbral, a los que llenan de violencia y engaño la casa de sus dioses.
«¿Y qué es?», le pregunté. Y él me contestó: «Es una canasta de veintidós litros. Es la maldad de la gente de todo el país».
Sin embargo, los israelitas desobedecieron al Señor, conservando lo que él había decidido que fuera destinado a la destrucción, pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó para sí parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Este hombre de la tribu de Judá provocó la ira del Señor contra los israelitas.