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Miqueas 4:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Con las ovejas heridas formaré un remanente, y con las desterradas, una nación poderosa. El Señor reinará sobre ellas en el monte Sión desde ahora y para siempre.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los que son débiles sobrevivirán como un remanente; los que fueron desterrados volverán a ser una nación poderosa. Entonces yo, el Señor, desde Jerusalén gobernaré como su rey para siempre».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De las cojas salvaré un resto, y haré de las extraviadas una nación poderosa. Reinaré sobre ellas en el monte Sión, desde ahora y para siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

De la que cojea haré un remanente, Y de la descarriada una nación poderosa, Y YHVH reinará sobre ellos en el monte Sión Desde entonces y para siempre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Haré de las cojas un resto, y de las extraviadas una nación poderosa. Yahveh reinará sobre ellos en el monte Sión desde ahora y para siempre.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y haré de la que cojea un remanente, y de la descarriada una nación poderosa; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora y para siempre.

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Lòt tradiksyon



Miqueas 4:7
32 Referans Kwoze  

«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte».


El trono se fundará en la lealtad, y un descendiente de David reinará sobre él con fidelidad: será un juez celoso del derecho y ansioso de hacer justicia.


La luna se sonrojará y el sol se avergonzará, porque sobre el monte Sión, sobre Jerusalén, reinará el Señor Todopoderoso, glorioso entre sus ancianos.


Y, si aún queda en la tierra una décima parte, esta volverá a ser devastada. Pero, así como al talar la encina y el roble queda parte del tronco, esa parte es la simiente santa».


El más débil se multiplicará por miles, y el menor llegará a ser una nación poderosa. Yo soy el Señor; cuando llegue el momento, actuaré sin demora».


¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto jamás cosa igual? ¿Puede una nación nacer en un solo día? ¿Se da a luz un pueblo en un momento? Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas comenzaban sus dolores.


Me decía: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo la planta de mis pies; aquí habitaré entre los israelitas para siempre. El pueblo de Israel y sus reyes no volverán a profanar mi santo nombre con sus infidelidades, ni con sus tumbas reales y sus cultos idolátricos.


»En los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos.


Pasado ese tiempo yo, Nabucodonosor, elevé los ojos al cielo, y recobré el juicio. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre: Su dominio es eterno; su reino permanece para siempre.


y se le dio autoridad, poder y majestad. ¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino jamás será destruido!


Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo, la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra”.


»Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó: “Pueblo ajeno”, se les llamará: “Hijos del Dios viviente”.


Y todo el que invoque el nombre del Señor escapará con vida, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor.


«Entonces sabréis que yo, el Señor vuestro Dios, habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y nunca más la invadirán los extranjeros.


y los libertadores subirán al monte Sión para gobernar la región montañosa de Esaú. Y el reino será del Señor.


Te aseguro, Jacob, que yo reuniré a todo tu pueblo. Te aseguro, Israel, que yo juntaré a tu remanente. Los congregaré como a rebaño en el aprisco, como a ovejas que, en medio del pastizal, balan huyendo de la gente.


El que abre brecha marchará al frente, y también ellos se abrirán camino; atravesarán la puerta y se irán, mientras su rey avanza al frente, mientras el Señor va a la cabeza.


Por eso Dios los entregará al enemigo hasta que tenga su hijo la que va a ser madre, y vuelva junto al pueblo de Israel el resto de sus hermanos.


¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.


el remanente de Israel; no cometerá iniquidad, no dirá mentiras, ni se hallará engaño en su boca. Pastarán y se echarán a descansar sin que nadie los espante».


En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré. Os daré a vosotros fama y renombre entre todos los pueblos de la tierra cuando yo os restaure ante vuestros mismos ojos». Así lo ha dicho el Señor.


y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.


Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos».