Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Mateo 9:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En esto, una mujer que hacía doce años que padecía de hemorragias se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Justo en ese momento, una mujer quien hacía doce años que sufría de una hemorragia continua se le acercó por detrás. Tocó el fleco de la túnica de Jesús

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras iba de camino, una mujer que desde hacía doce años padecía hemorragias, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se acercó por detrás y agarró el borde° de su manto.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entre tanto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto;

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y he aquí una mujer que estaba enferma de flujo de sangre por ya doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Mateo 9:20
12 Referans Kwoze  

suplicándole que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.


»Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas;


Jesús se levantó y fue con él, acompañado de sus discípulos.


Y dondequiera que iba, en pueblos, ciudades o caseríos, colocaban a los enfermos en las plazas. Le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos.


Cuando llegaron a Betsaida, algunas personas llevaron un ciego a Jesús y le rogaron que lo tocase.


hasta tal punto que a los enfermos les llevaban pañuelos y delantales que habían tocado el cuerpo de Pablo, y quedaban sanos de sus enfermedades, y los espíritus malignos salían de ellos.


Era tal la multitud de hombres y mujeres que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos.


»Pon cuatro borlas en las puntas del manto con que te cubres.