Y tú, Capernaún, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo. Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta habría permanecido hasta el día de hoy.
Mateo 8:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al entrar Jesús en Capernaún, se le acercó un centurión pidiendo ayuda. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús regresó a Capernaúm, un oficial romano se le acercó y le rogó: Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: La Biblia Textual 3a Edicion Cuando Él entró en Cafarnaum, se le acercó un centurión, rogándole y diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando entró en Cafarnaún se le acercó un centurión y le suplicó: ' Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando Jesús en Capernaúm, vino a Él un centurión, rogándole, |
Y tú, Capernaún, ¿acaso serás levantada hasta el cielo? No, sino que descenderás hasta el abismo. Si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, esta habría permanecido hasta el día de hoy.
Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!
Partió de Nazaret y se fue a vivir a Capernaún, que está junto al lago en la región de Zabulón y de Neftalí,
Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al oír el grito y ver cómo murió, dijo: ―¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!
Unos días después, cuando Jesús entró de nuevo en Capernaún, corrió la voz de que estaba en casa.
Cuando lo estaban sujetando con cadenas para azotarlo, Pablo le dijo al centurión que estaba allí: ―¿Os está permitido azotar a un ciudadano romano antes de ser juzgado?
Este llamó entonces a uno de los centuriones y le pidió: ―Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que decirle.
Entonces el comandante llamó a dos de sus centuriones y les ordenó: ―Alistad un destacamento de doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros para que vayan a Cesarea esta noche a las nueve.
Cuando comenzó a soplar un viento suave del sur, creyeron que podían conseguir lo que querían, así que levaron anclas y navegaron junto a la costa de Creta.
Pero Pablo les advirtió al centurión y a los soldados: «Si esos no se quedan en el barco, no podréis salvaros vosotros».
Pero el centurión quería salvarle la vida a Pablo, y les impidió llevar a cabo el plan. Dio orden de que los que pudieran nadar saltaran primero por la borda para llegar a tierra,
Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al enterarse de que Pedro se encontraba en Lida, enviaron a dos hombres a rogarle: «¡Por favor, ven a Jope en seguida!»