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Mateo 6:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior, cierra con llave tu puerta° y ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero tú, cuando hagas tu oración, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

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Lòt tradiksyon



Mateo 6:6
17 Referans Kwoze  

Entró al cuarto, cerró la puerta y oró al Señor.


Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones;


Actuando así, harás que se avergüence de su conducta, y el Señor te lo recompensará.


¡Anda, pueblo mío, entra en tus habitaciones y cierra tus puertas tras de ti; escóndete por un momento, hasta que pase la ira!


Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado.


Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo,


para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


―¿De qué me conoces? —le preguntó Natanael. ―Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto.


―Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es vuestro Padre; a mi Dios, que es vuestro Dios”.


Cornelio contestó: ―Hace cuatro días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante,


Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era casi el mediodía.


Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.


Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.


Por esta razón me arrodillo delante del Padre,