Amasías le preguntó al hombre de Dios: ―¿Qué va a pasar con los tres mil trescientos kilos de plata que pagué al ejército de Israel? ―El Señor puede darte mucho más que eso —respondió.
Mateo 6:31 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Así que no os preocupéis diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Biblia Nueva Traducción Viviente »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Biblia Católica (Latinoamericana) No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos?, o ¿qué beberemos?, o ¿tendremos ropas para vestirnos? La Biblia Textual 3a Edicion No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué seremos vestidos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os angustiéis, pues, diciendo: ¿qué vamos a comer, o qué vamos a beber, o con qué nos vamos a vestir? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? |
Amasías le preguntó al hombre de Dios: ―¿Qué va a pasar con los tres mil trescientos kilos de plata que pagué al ejército de Israel? ―El Señor puede darte mucho más que eso —respondió.
Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.
Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre.
Los discípulos objetaron: ―¿Dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado suficiente pan para dar de comer a toda esta multitud?
Jesús le respondió: ―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
»Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o beberéis; ni por vuestro cuerpo, cómo os vestiréis. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
¿Quién de vosotros, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
―Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,
»Cuando os hagan comparecer ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo vais a defenderos o qué vais a decir,
Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis.
Así que no os afanéis por lo que habéis de comer o beber; dejad de angustiaros.
No os inquietéis por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentad vuestras peticiones a Dios y dadle gracias.