Oye la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas; ¡escucha y perdona!
Mateo 6:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Biblia Nueva Traducción Viviente y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) y perdona nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos
a nuestros deudores;' La Biblia Textual 3a Edicion y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y perdónanos nuestras deudas, como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. |
Oye la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas; ¡escucha y perdona!
óyelo tú desde el cielo, y perdona su pecado y hazlo regresar a la tierra que les diste a sus antepasados.
óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.
Perdona a tu pueblo, que ha pecado contra ti; perdona todas las ofensas que te haya infligido. Haz que sus enemigos le muestren clemencia,
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.
que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.
»Venid, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—. ¿Son vuestros pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!
¡Señor, escúchanos! ¡Señor, perdónanos! ¡Señor, atiéndenos y actúa! Dios mío, haz honor a tu nombre y no tardes más; ¡tu nombre se invoca sobre tu ciudad y sobre tu pueblo!”
Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.
Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!
Y cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien, perdonadlo, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone a vosotros vuestros pecados.
Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden. Y no nos metas en tentación”.
¿O pensáis que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
»No juzguéis, y no se os juzgará. No condenéis, y no se os condenará. Perdonad, y se os perdonará.
»Por tanto, hermanos, sabed que por medio de Jesús se os anuncia el perdón de los pecados.
En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia
Más bien, sed bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente, así como Dios os perdonó en Cristo.
de modo que os toleréis unos a otros y os perdonéis si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros.