Dondequiera que vayáis, predicad este mensaje: “El reino de los cielos está cerca”.
Mateo 4:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Biblia Nueva Traducción Viviente A partir de entonces, Jesús comenzó a predicar: «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca». Biblia Católica (Latinoamericana) Desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: 'Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca. La Biblia Textual 3a Edicion Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos° se ha acercado.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desde entonces comenzó Jesús a predicar: 'Convertíos; porque el reino de los cielos está cerca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino del cielo se ha acercado. |
Dondequiera que vayáis, predicad este mensaje: “El reino de los cielos está cerca”.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él.
―A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo.
»También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que recoge peces de toda clase.
»El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.
Pero id y aprended qué significa esto: “Lo que quiero es misericordia y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Os digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente.
Os digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su ministerio. Era hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.
Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!
Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos, en todas partes, que se arrepientan.
―Arrepentíos y bautizaos cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados —les contestó Pedro—, y recibiréis el don del Espíritu Santo.
A judíos y a griegos he instado a convertirse a Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.
Por tanto, para que sean borrados vuestros pecados, arrepentíos y volveos a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor,
Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios,