Mateo 27:29 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y en la mano derecha le pusieron una caña. Arrodillándose delante de él, se burlaban diciendo: ―¡Salve, rey de los judíos! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Biblia Nueva Traducción Viviente Armaron una corona con ramas de espinos y se la pusieron en la cabeza y le colocaron una caña de junco en la mano derecha como si fuera un cetro. Luego se arrodillaron burlonamente delante de él mientras se mofaban: «¡Viva el rey de los judíos!». Biblia Católica (Latinoamericana) Después le colocaron en la cabeza una corona que habían trenzado con espinos y en la mano derecha le pusieron una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de él, diciendo: '¡Viva el rey de los judíos!' La Biblia Textual 3a Edicion Y trenzaron una corona° de espinas y la colocaron sobre su cabeza, y pusieron una caña en su diestra; y arrodillándose ante Él, se burlaron, diciendo: ¡Salve,° rey de los judíos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego, le pusieron en la cabeza una corona que habían entretejido con espinas, y en la mano derecha una caña. Y doblando ante él la rodilla, se burlaban, diciendo: '¡Salve, rey de los judíos!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre su cabeza; y una caña en su mano derecha, e hincada la rodilla delante de Él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! |
Así dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes te verán y se pondrán de pie, los príncipes te verán y se inclinarán, por causa del Señor, el Santo de Israel, que es fiel y te ha escogido».
Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado, y no lo estimamos.
¡Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todo el mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo.
y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará».
En seguida Judas se acercó a Jesús y lo saludó. ―¡Rabí! —le dijo, y lo besó.
Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
Le pusieron un manto de color púrpura; luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron.