El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Pero hay otro muy parecido: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.°
El segundo es semejante a él. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
»No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
honra a tu padre y a tu madre”, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Este es el primero y el más importante de los mandamientos.
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
No tengáis deudas pendientes con nadie, a no ser la de amaros unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.
Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.
En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
Hacéis muy bien si de veras cumplís la ley suprema de la Escritura: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»;