Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Mateo 22:32 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

“Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

“Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Por lo tanto, él es Dios de los que están vivos, no de los muertos.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Él no es un Dios de muertos, sino de vivos.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?° No es Dios de muertos, sino de vivos.°

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Él no es Dios de muertos, sino de vivos'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Mateo 22:32
9 Referans Kwoze  

A la hora del sacrificio vespertino, el profeta Elías dio un paso adelante y oró así: «Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que todos sepan hoy que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo y he hecho todo esto en obediencia a tu palabra.


Yo soy el Dios de tu padre. Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Al oír esto, Moisés se cubrió el rostro, pues tuvo miedo de mirar a Dios.


Pero, en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os dijo Dios:


El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Vosotros lo entregasteis y lo rechazasteis ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo.


“Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”. Moisés se puso a temblar de miedo, y no se atrevía a mirar.


Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.