Al insolente no le gusta que lo corrijan, ni busca la compañía de los sabios.
Mateo 21:46 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque este le tenía por profeta. Biblia Nueva Traducción Viviente Querían arrestarlo, pero tenían miedo de las multitudes, que consideraban que Jesús era un profeta. Biblia Católica (Latinoamericana) Hubieran deseado arrestarlo, pero tuvieron miedo del pueblo, que lo consideraba como un profeta. La Biblia Textual 3a Edicion Y procuraron echarle mano, pero temían a las multitudes, porque éstas lo tenían por profeta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y aunque intentaban arrestarlo, tuvieron miedo de la gente, porque lo tenían por profeta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando buscaron cómo echarle mano, tuvieron miedo de la multitud; porque ellos le tenían por profeta. |
Al insolente no le gusta que lo corrijan, ni busca la compañía de los sabios.
¡Ay, Ariel, Ariel, ciudad donde acampó David! Añadid a un año otro año más, y que prosiga el ciclo de las fiestas.
Pero, si decimos: “De la tierra”… tememos al pueblo, porque todos consideran que Juan era un profeta». Así que le respondieron a Jesús:
Cuando los jefes de los sacerdotes y los fariseos oyeron las parábolas de Jesús, se dieron cuenta de que hablaba de ellos.
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Ha surgido entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la que lo está tocando, y qué clase de mujer es: una pecadora».
Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano, porque aún no había llegado su hora.
El mundo no tiene motivos para aborreceros; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas.
»Pueblo de Israel, escuchad esto: Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante vosotros con milagros, señales y prodigios, los cuales realizó Dios entre vosotros por medio de él, como bien sabéis.