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Mateo 18:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y movido a compasión, el señor de aquel siervo lo soltó y le perdonó la deuda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Movido a compasión el señor de aquel siervo lo dejó en libertad y, además, le perdonó la deuda.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el señor de aquel siervo, fue movido a misericordia, y le soltó y le perdonó la deuda.

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Lòt tradiksyon



Mateo 18:27
11 Referans Kwoze  

Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud de Egipto. Pero tú no los abandonaste porque eres Dios perdonador, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.


El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.


Sin embargo, él tuvo compasión de ellos; les perdonó su maldad y no los destruyó. Una y otra vez contuvo su enojo, y no se dejó llevar del todo por la ira.


Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.


»¿Cómo podría yo entregarte, Efraín? ¿Cómo podría abandonarte, Israel? ¡Yo no podría entregarte como entregué a Admá! ¡Yo no podría abandonarte como a Zeboyín! Dentro de mí, el corazón me da vuelcos, y se me conmueven las entrañas.


»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.


Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste.


Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora bien, ¿cuál de los dos lo amará más?


―Supongo que aquel a quien más le perdonó —contestó Simón. ―Has juzgado bien —le dijo Jesús.


Entonces se deshicieron de los dioses extranjeros que había entre ellos y sirvieron al Señor. Y el Señor no pudo soportar más el sufrimiento de Israel.