Mateo 15:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 En ese caso, el tal hijo no tiene que honrar a su padre. Así por causa de la tradición anuláis la palabra de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Biblia Nueva Traducción Viviente De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres; y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición. Biblia Católica (Latinoamericana) En este caso, según ustedes, una persona queda libre de sus deberes para con su padre y su madre. Y es así como ustedes anulan el mandamiento de Dios en nombre de sus tradiciones. La Biblia Textual 3a Edicion de ningún modo tendrá que honrar° a su padre.° Así habéis invalidado la palabra° de Dios por vuestra tradición. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ya no tiene que honrar a su padre o a su madre', y así habéis anulado la palabra de Dios por esa tradición vuestra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y no honra a su padre o a su madre, será libre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. |
»”¿Cómo os atrevéis a decir: ‘Somos sabios; la ley del Señor nos apoya’, si la pluma engañosa de los escribas la ha falsificado?
pues por falta de conocimiento mi pueblo ha sido destruido. »Puesto que rechazaste el conocimiento, yo también te rechazo como mi sacerdote. Ya que te olvidaste de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.
Vosotros, en cambio, enseñáis que un hijo puede decir a su padre o a su madre: “Cualquier ayuda que pudiera darte ya la he dedicado como ofrenda a Dios”.
Así, por la tradición que transmitís entre vosotros, anuláis la palabra de Dios. Y hacéis muchas cosas parecidas.
¿Quiere decir que anulamos la ley con la fe? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la ley.
Si alguna creyente tiene viudas en su familia, debe ayudarlas para que no sean una carga a la iglesia; así la iglesia podrá atender a las viudas desamparadas.
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.