Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»
Mateo 11:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro? Biblia Católica (Latinoamericana) a preguntarle: '¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Eres tú el que ha de venir o esperaremos a otro? Biblia Serafín de Ausejo 1975 para preguntarle; '¿Eres tú el que tiene que venir o hemos de esperar a otro?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) diciéndole: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro? |
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!»
Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón».
El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos.
Bendito el que viene en el nombre del Señor. Desde la casa del Señor os bendecimos.
Por eso, el Señor mismo os dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.
Pero después los israelitas buscarán nuevamente al Señor su Dios, y a David su rey. En los últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus bondades.
y los libertadores subirán al monte Sión para gobernar la región montañosa de Esaú. Y el reino será del Señor.
Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales.
¡haré temblar a todas las naciones! Sus riquezas llegarán aquí, y así llenaré de esplendor esta casa —dice el Señor Todopoderoso—.
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna.
El Señor Todopoderoso responde: «Yo voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; vendrá el mensajero del pacto, en quien vosotros os complacéis».
Pero para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y saldréis saltando como becerros recién alimentados.
»Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca. Una estrella saldrá de Jacob; un rey surgirá en Israel. Aplastará las sienes de Moab y el cráneo de todos los hijos de Set.
Este es de quien está escrito: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.
Les respondió Jesús: ―Id y contadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo:
«Decid a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga”».
Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ―¡Hosanna al Hijo de David! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Hosanna en las alturas!
Tanto los que iban delante como los que iban detrás gritaban: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
―¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ―¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!
―Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.
tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, diciendo a voz en grito: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Bendito el Rey de Israel!
Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer a vosotros.
―Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo».
Con todo, muchos de entre la multitud creyeron en él y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales que este hombre?»
Pues dentro de muy poco tiempo, «el que ha de venir vendrá, y no tardará.