Profecía contra el valle de la Visión: ¿Qué te pasa ahora, que has subido a las azoteas,
Mateo 10:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; lo que se os susurra al oído, proclamadlo desde las azoteas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Biblia Nueva Traducción Viviente Lo que ahora les digo en la oscuridad, grítenlo por todas partes cuando llegue el amanecer. Lo que les susurro al oído, grítenlo desde las azoteas, para que todos lo escuchen. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo ustedes a la luz, y lo que les digo en privado, proclámenlo desde las azoteas. La Biblia Textual 3a Edicion Lo que os digo en la oscuridad decidlo en la luz, y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz, lo que escucháis al oído, pregonadlo desde las terrazas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. |
Profecía contra el valle de la Visión: ¿Qué te pasa ahora, que has subido a las azoteas,
Así que todo lo que habéis dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que habéis susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas.
«A vosotros se os ha concedido que conozcáis los secretos del reino de Dios —les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que »“aunque miren, no vean; aunque oigan, no entiendan”.
Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y os anunciará las cosas por venir.
»Os he dicho todo esto por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no os hablaré así, sino que os hablaré claramente acerca de mi Padre.
―Ahora sí estás hablando directamente, sin vueltas ni rodeos —le dijeron sus discípulos—.
Así que discutía en la sinagoga con los judíos y con los griegos que adoraban a Dios, y a diario hablaba en la plaza con los que se encontraban por allí.
«Id —les dijo—, presentaos en el templo y comunicad al pueblo todo este mensaje de vida».
―Terminantemente os hemos prohibido enseñar en ese nombre. Sin embargo, vosotros habéis llenado a Jerusalén con vuestras enseñanzas, y os habéis propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese hombre.