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Marcos 5:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tan pronto como desembarcó Jesús, un hombre poseído por un espíritu maligno le salió al encuentro de entre los sepulcros.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Jesús bajó de la barca, un hombre poseído por un espíritu maligno salió de entre las tumbas a su encuentro.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Apenas había bajado Jesús de la barca, un hombre vino a su encuentro, saliendo de entre los sepulcros, pues estaba poseído por un espíritu malo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

En cuanto desembarcó, en seguida vino a su encuentro de entre los sepulcros un hombre poseído de un espíritu inmundo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Apenas desembarcó, vino a su encuentro, saliendo de los sepulcros, un hombre poseído de un espíritu impuro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y saliendo Él de la barca, enseguida le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

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Lòt tradiksyon



Marcos 5:2
13 Referans Kwoze  

que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en vigilias secretas; que come carne de cerdo, y en sus ollas cocina caldo impuro;


De repente, en la sinagoga, un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno gritó:


Entonces el espíritu maligno sacudió al hombre violentamente y salió de él dando un alarido.


Es que ellos habían dicho: «Tiene un espíritu maligno».


Entonces, para evitar que la gente lo estrujara, encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una pequeña barca;


De nuevo comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago. La multitud que se reunió para verlo era tan grande que él subió y se sentó en una barca que estaba en el lago, mientras toda la gente se quedaba en la playa.


Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas.


Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, y se reunió alrededor de él una gran multitud, por lo que él se quedó en la orilla.


Este hombre vivía en los sepulcros, y ya nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas.


Es que Jesús le había dicho: «¡Sal de este hombre, espíritu maligno!»


De hecho, muy pronto se enteró de su llegada una mujer que tenía una niña poseída por un espíritu maligno, así que fue y se arrojó a sus pies.


Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo le salió al encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa, sino en los sepulcros.


Estaba acercándose el muchacho cuando el demonio lo derribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre.