no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra. Las costas lejanas esperan su ley».
Marcos 3:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada: ―Ponte de pie frente a todos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: 'Ponte de pie y colócate aquí en medio. La Biblia Textual 3a Edicion Dice al hombre que tenía la mano seca: Ponte° en el medio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dice entonces al hombre que tenía la mano seca: 'Ponte aquí delante'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate y ponte en medio. |
no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra. Las costas lejanas esperan su ley».
Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se abrían en dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres veces al día.
donde había un hombre que tenía una mano paralizada. Como buscaban un motivo para acusar a Jesús, le preguntaron: ―¿Está permitido sanar en sábado?
Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en sábado.
Luego dijo a los otros: ―¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o matar? Pero ellos permanecieron callados.
Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano paralizada: ―Levántate y ponte frente a todos. Así que el hombre se puso de pie. Entonces Jesús dijo a los otros:
Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche, cuando nadie puede trabajar.
Por lo tanto, mis queridos hermanos, manteneos firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios.
Por tanto, ya que Cristo sufrió en el cuerpo, asumid también vosotros la misma actitud; porque el que ha sufrido en el cuerpo ha roto con el pecado,