Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para la sepultura.
Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Ella hizo lo que pudo y ungió mi cuerpo en preparación para el entierro.
Esta mujer ha hecho lo que tenía que hacer, pues de antemano ha ungido mi cuerpo para la sepultura.
Ha hecho lo que tenía a mano: Se anticipó a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Ella ha hecho lo que ha podido: se ha adelantado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Esta ha hecho lo que podía; y se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Tus tropas estarán dispuestas el día de la batalla, ordenadas en santa majestad. De las entrañas de la aurora recibirás el rocío de tu juventud.
Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura.
Era el día de preparación (es decir, la víspera del sábado). Así que al atardecer,
Después de bajarlo, lo envolvió en una sábana de lino y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, en el que todavía no se había sepultado a nadie.
―Déjala en paz —respondió Jesús—. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura.
Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.