Yo proclamaré el decreto del Señor: «Tú eres mi hijo», me ha dicho; «hoy mismo te he engendrado.
Marcos 1:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Biblia Nueva Traducción Viviente Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo». Biblia Católica (Latinoamericana) mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: 'Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido. La Biblia Textual 3a Edicion Y vino una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en ti hallo mi complacencia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y [vino] una voz de los cielos: Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo contentamiento. |
Yo proclamaré el decreto del Señor: «Tú eres mi hijo», me ha dicho; «hoy mismo te he engendrado.
»Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones.
«Este es mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien estoy muy complacido; sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escuchadle!»
Y, he aquí, una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».
En seguida, al subir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma.
Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escuchadle!»
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo».
Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido; escuchadle».
»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Nunca habéis oído su voz, ni visto su figura,
pero que según el Espíritu de santidad fue designado con poder Hijo de Dios por la resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor.
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo,