»Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones.
Lucas 9:35 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido; escuchadle». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, desde la nube, una voz dijo: «Este es mi Hijo, mi Elegido. Escúchenlo a él». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero de la nube llegó una voz que decía: 'Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo. La Biblia Textual 3a Edicion Y de la nube vino° una voz que decía: ¡Este es mi Hijo, el escogido:° a Él oíd! Biblia Serafín de Ausejo 1975 De la nube salió una voz que decía: ' Este es mi Hijo, el elegido; escuchadlo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a Él oíd. |
»Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones.
«Este es mi siervo, a quien he escogido, mi amado, en quien estoy muy complacido; sobre él pondré mi Espíritu, y proclamará justicia a las naciones.
Y, he aquí, una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».
También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo».
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo».
Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió, de modo que se asustaron.
¡Padre, glorifica tu nombre!» Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya lo he glorificado, y volveré a glorificarlo».
»Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron.
Como se acaba de decir: «Si oís hoy su voz, no endurezcáis el corazón como sucedió en la rebelión».
y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen,