Profecía contra Egipto: ¡Mirad al Señor! Llega a Egipto montado sobre una nube ligera. Los ídolos de Egipto tiemblan en su presencia; el corazón de los egipcios desfallece en su interior.
Lucas 9:34 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió, de modo que se asustaron. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero no había terminado de hablar cuando una nube los cubrió y, mientras los cubría, se llenaron de miedo. Biblia Católica (Latinoamericana) Estaba todavía hablando, cuando se formó una nube que los cubrió con su sombra, y al quedar envueltos en la nube se atemorizaron. La Biblia Textual 3a Edicion Y diciendo él estas cosas, apareció una nube que los cubría con su sombra, y tuvieron temor al entrar en la nube. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras él hablaba así, se formó una nube que los envolvió; y quedaron sobrecogidos cuando se vieron dentro de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y diciendo él esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. |
Profecía contra Egipto: ¡Mirad al Señor! Llega a Egipto montado sobre una nube ligera. Los ídolos de Egipto tiemblan en su presencia; el corazón de los egipcios desfallece en su interior.
Nadie se quedó conmigo cuando tuve esta gran visión. Las fuerzas me abandonaron, palideció mi rostro, y me sentí totalmente desvalido.
Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso: ―Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido; escuchadle».
Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último,
―¡Estamos condenados a morir! —le dijo a su esposa—. ¡Hemos visto a Dios!
Cuando Gedeón se dio cuenta de que se trataba del ángel del Señor, exclamó: ―¡Ay de mí, Señor y Dios! ¡He visto al ángel del Señor cara a cara!