Y el hombre que estaba entre los arrayanes me dijo: «El Señor ha enviado estos jinetes a recorrer toda la tierra».
Lucas 9:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Cuando regresaron los apóstoles, relataron a Jesús lo que habían hecho. Él se los llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los apóstoles regresaron, le contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Luego él se retiró con ellos sin llamar la atención hacia la ciudad de Betsaida, Biblia Católica (Latinoamericana) Al volver los apóstoles, contaron a Jesús todo lo que habían hecho. El los tomó consigo y se retiró en dirección a una ciudad llamada Betsaida para estar a solas con ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando los apóstoles regresaron, le refirieron cuanto habían hecho.° Y tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Regresaron los apóstoles y contaron a Jesús todo lo que habían hecho. Él los tomó consigo y se retiró a solas, hacia una ciudad llamada Betsaida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando los apóstoles regresaron, le contaron todas las cosas que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte a un lugar desierto de la ciudad que se llama Betsaida. |
Y el hombre que estaba entre los arrayanes me dijo: «El Señor ha enviado estos jinetes a recorrer toda la tierra».
«¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Si se hubieran hecho en Tiro y en Sidón los milagros que se hicieron en medio de vosotras, ya hace tiempo que se habrían arrepentido con muchos lamentos.
«¿Por qué habla este así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?»
Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: ―Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues cuidan de vosotros como quienes tienen que rendir cuentas. Obedecedlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.