―Puedes irte en paz —respondió Eliseo. Naamán se fue, y ya había recorrido cierta distancia
Lucas 8:48 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Hija, tu fe te ha sanado —le dijo Jesús—. Vete en paz. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. Biblia Nueva Traducción Viviente «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz. La Biblia Textual 3a Edicion Él entonces le dijo: Ve en paz hija, tu fe te ha salvado.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él le dijo: 'Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz. |
―Puedes irte en paz —respondió Eliseo. Naamán se fue, y ya había recorrido cierta distancia
Moisés se fue de allí y volvió a la casa de Jetro, su suegro. Al llegar le dijo: ―Debo marcharme. Quiero volver a Egipto, donde están mis hermanos de sangre. Voy a ver si todavía viven. ―Anda, pues; que te vaya bien —le contestó Jetro.
No acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia.
Luego Jesús le dijo al centurión: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y en esa misma hora aquel siervo quedó sano.
Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!
Jesús se dio la vuelta, la vio y le dijo: ―¡Ánimo, hija! Tu fe te ha sanado. Y la mujer quedó sana en aquel momento.
―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.
La mujer, al ver que no podía pasar inadvertida, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.
escuchando a Pablo, quien, al reparar en él y ver que tenía fe para ser sanado,
«Yo seré un padre para vosotros, y vosotros seréis mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso».
Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia; pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron en la fe a los que habían prestado atención a ese mensaje.
―Vete en paz —respondió Elí—. Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido.