Entonces el rey le dijo al hombre de Dios: ―¡Apacigua al Señor tu Dios! ¡Ora por mí, para que se me cure el brazo! El hombre de Dios suplicó al Señor, y al rey se le curó el brazo, quedándole como antes.
Lucas 6:28 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 bendecid a quienes os maldicen, orad por quienes os maltratan. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Biblia Nueva Traducción Viviente Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman. Biblia Católica (Latinoamericana) bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. La Biblia Textual 3a Edicion bendecid a los que os maldicen, orad por los que os maltratan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. |
Entonces el rey le dijo al hombre de Dios: ―¡Apacigua al Señor tu Dios! ¡Ora por mí, para que se me cure el brazo! El hombre de Dios suplicó al Señor, y al rey se le curó el brazo, quedándole como antes.
«Así dice el Señor omnipotente: Los filisteos se vengaron con alevosía; con profundo desprecio intentaron destruir a Judá por causa de una antigua enemistad.
Esto dice el Señor omnipotente: En el ardor de mi celo me he pronunciado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, porque con mucha alegría y profundo desprecio se han apoderado de mi tierra para destruirla y saquearla”.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por quienes os persiguen,
―Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.
»Pero a vosotros que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a quienes os odian,
Vosotros, por el contrario, amad a vuestros enemigos, hacedles bien y dadles prestado sin esperar nada a cambio. Así tendréis una gran recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bondadoso con los ingratos y malvados.
Hubo un complot tanto de los gentiles como de los judíos, apoyados por sus dirigentes, para maltratarlos y apedrearlos.
Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.
Con estas manos nos matamos trabajando. Si nos maldicen, bendecimos; si nos persiguen, lo soportamos;
De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
No devolváis mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendecid, porque para esto fuisteis llamados, para heredar una bendición.