Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de elocuencia, ya que Dios te ha bendecido para siempre.
Lucas 4:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es este el hijo de José? Biblia Nueva Traducción Viviente Todos hablaban bien de él y estaban asombrados de la gracia con la que salían las palabras de su boca. «¿Cómo puede ser? —preguntaban—. ¿No es este el hijo de José?». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: '¡Pensar que es el hijo de José!' La Biblia Textual 3a Edicion Y todos daban° testimonio de Él, y se maravillaban de las palabras de gracia que salían de su boca, pero decían: ¿No es éste el hijo de José? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todos se manifestaban en su favor y se maravillaban de las palabras llenas de gracia salidas de su boca; y decían: '¿Pero no es éste el hijo de José?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José? |
Tú eres el más apuesto de los hombres; tus labios son fuente de elocuencia, ya que Dios te ha bendecido para siempre.
Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu diestra realice gloriosas hazañas.
Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad.
Al sabio de corazón se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber.
Como naranjas de oro con incrustaciones de plata son las palabras dichas a tiempo.
Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina;
Su paladar es la dulzura misma; ¡todo él es un encanto! ¡Tal es mi amado, tal es mi amigo, mujeres de Jerusalén!
El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.
Cuando lo vieron sus padres, se quedaron admirados. ―Hijo, ¿por qué te has portado así con nosotros? —le dijo su madre—. ¡Mira que tu padre y yo te hemos estado buscando angustiados!
pues yo mismo os daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistiros ni contradeciros.
y él comenzó a hablarles: «Hoy se cumple esta Escritura en vuestra presencia».
Felipe buscó a Natanael y le dijo: ―Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas.
Y se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que sale diciendo: “Yo bajé del cielo”?»
Como no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban,
y con un mensaje sano e intachable. Así se avergonzará cualquiera que se oponga, pues no podrá decir nada malo de nosotros.