Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Lucas 23:41 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

En nuestro caso, el castigo es justo, pues sufrimos lo que merecen nuestros delitos; este, en cambio, no ha hecho nada malo.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho,

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Porque nosotros, en verdad, justamente padecemos, porque recibimos° cosas dignas de las que hicimos, pero Éste, nada malo° hizo.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Nosotros con justicia; pues estamos recibiendo lo merecido por nuestras fechorías. Pero éste nada malo ha hecho'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas Éste ningún mal hizo.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Lucas 23:41
19 Referans Kwoze  

Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.


»Después de todo lo que nos ha acontecido por causa de nuestras maldades y de nuestra grave culpa, reconocemos que tú, Dios nuestro, no nos has dado el castigo que merecemos, sino que nos has dejado un remanente.


y asumieron así su responsabilidad. Durante tres horas leyeron el libro de la ley del Señor su Dios, y en las tres horas siguientes le confesaron sus pecados y lo adoraron.


Esta fue la oración y confesión que le hice: »“Señor, Dios grande y terrible, que cumples tu pacto de fidelidad con los que te aman y obedecen tus mandamientos:


Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».


Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá vosotros!


―He pecado —les dijo— porque he entregado sangre inocente. ―¿Y eso a nosotros qué nos importa? —respondieron—. ¡Allá tú!


Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!


Pero el otro criminal lo reprendió: ―¿Ni siquiera temor de Dios tienes, aunque sufres la misma condena?


Luego dijo: ―Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.


Dios y vosotros sois testigos de que nos comportamos con vosotros los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable.


Así que someteos a Dios. Resistid al diablo, y él huirá de vosotros.


sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto.


Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia.