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Lucas 23:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pilato entonces reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Pilato llamó a los principales sacerdotes y a los otros líderes religiosos, junto con el pueblo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pilato convocó a los jefes de los sacerdotes, a los jefes de los judíos y al pueblo

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pilato entonces, convocando a los principales sacerdotes y a los magistrados, y al pueblo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Pilato convocó a los pontífices a los jefes y al pueblo

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Pilato, convocando a los príncipes de los sacerdotes, y a los magistrados, y al pueblo,

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Lucas 23:13
14 Referans Kwoze  

―¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido? Pero ellos gritaron aún más fuerte: ―¡Crucifícalo!


La gente, por su parte, se quedó allí observando, y aun los gobernantes estaban burlándose de él. ―Salvó a otros —decían—; que se salve a sí mismo si es el Cristo de Dios, el Escogido.


Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron;


Sin embargo, muchos de ellos, incluso muchos de los jefes, creyeron en él, pero no lo confesaban porque temían que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.


―¿Qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. ―Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.


Pilato volvió a salir. ―Aquí lo tenéis —dijo a los judíos—. Lo he sacado para que sepáis que no lo encuentro culpable de nada.


Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo.


Ahí está, hablando abiertamente, y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades se han convencido de que es el Cristo?


¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos?


Los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes no reconocieron a Jesús. Por tanto, al condenarlo, cumplieron las palabras de los profetas que se leen todos los sábados.


»Ahora bien, hermanos, yo sé que vosotros y vuestros dirigentes actuasteis así por ignorancia.


Al día siguiente se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los maestros de la ley.


Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: ―Gobernantes del pueblo y ancianos: