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Lucas 22:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio y dijo: ―Este pan es mi cuerpo, entregado por vosotros; haced esto en memoria de mí.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tomó un poco de pan y dio gracias a Dios por él. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: «Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria de mí».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: 'Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y tomando un pan, después de dar gracias, lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros está siendo dado,° haced esto en memoria° de mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego tomó pan y, después de recitar la acción de gracias, lo partió y se lo dio diciendo: 'Esto es mi cuerpo, [que es entregado por vosotros; haced esto en memoria mía'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y tomando el pan, dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.

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Lòt tradiksyon



Lucas 22:19
27 Referans Kwoze  

Ha hecho memorables sus maravillas. ¡El Señor es clemente y compasivo!


¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos, celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte!


Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!”


»Así dice el Señor omnipotente: Esta es la ciudad de Jerusalén. Yo la coloqué en medio de las naciones y de los territorios a su alrededor.


Además, ha puesto en tus manos a la humanidad entera, a las bestias del campo y a las aves del cielo. No importa dónde vivan, Dios ha hecho de ti el gobernante de todos ellos. ¡Tú eres la cabeza de oro!


Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente.


Tomando los siete panes y los pescados, dio gracias, los partió y se los fue dando a los discípulos. Estos, a su vez, los distribuyeron a la gente.


Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: ―Tomad esto y repartidlo entre vosotros.


De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: ―Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.


Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.


Sin embargo, algunas barcas de Tiberíades se aproximaron al lugar donde la gente había comido el pan después de haber dado gracias el Señor.


Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.


Esa copa de bendición por la cual damos gracias, ¿no significa que entramos en comunión con la sangre de Cristo? Ese pan que partimos, ¿no significa que entramos en comunión con el cuerpo de Cristo?


y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.


Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,


Agar representa el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la actual ciudad de Jerusalén, porque junto con sus hijos vive en esclavitud.


y llevad una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.


dad gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para vosotros en Cristo Jesús.


Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.


Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas habéis sido sanados.