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Lucas 2:47 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Todos los que le oían se asombraban de su inteligencia y de sus respuestas.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Todos los que lo oían quedaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y cuantos lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Todos los que lo oían se quedaban asombrados de su talento y de sus respuestas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y todos los que le oían, se admiraban de su inteligencia, y de sus respuestas.

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Lòt tradiksyon



Lucas 2:47
13 Referans Kwoze  

Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos.


Al llegar a su tierra, comenzó a enseñar a la gente en la sinagoga. ―¿De dónde sacó este tal sabiduría y tales poderes milagrosos? —decían maravillados—.


Al oír esto, la gente quedó admirada de su enseñanza.


Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza,


La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley.


Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.


Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. ―¿De dónde sacó este tales cosas? —decían maravillados muchos de los que le oían—. ¿Qué sabiduría es esta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?


y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían.


Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.


Todos dieron su aprobación, impresionados por las hermosas palabras que salían de su boca. «¿No es este el hijo de José?», se preguntaban.


Estaban asombrados de su enseñanza, porque les hablaba con autoridad.


Los judíos se admiraban y decían: «¿De dónde sacó este tantos conocimientos sin haber estudiado?»


―¡Nunca nadie ha hablado como ese hombre! —declararon los guardias.