Así que entre vítores, y al son de cuernos de carnero, trompetas, címbalos, arpas y liras, todo Israel llevaba el arca del pacto del Señor.
Lucas 19:37 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al acercarse él a la bajada del monte de los Olivos, todos los discípulos se entusiasmaron y comenzaron a alabar a Dios por tantos milagros que habían visto. Gritaban: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó a donde comienza la bajada del monte de los Olivos, todos sus seguidores empezaron a gritar y a cantar mientras alababan a Dios por todos los milagros maravillosos que habían visto. Biblia Católica (Latinoamericana) Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos comenzó a alabar a Dios a gritos, con gran alegría, por todos los milagros que habían visto. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando ya se acercaba a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, se regocijaron y comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todos los milagros que habían visto,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acercándose ya a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los prodigios que habían visto, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Él llegó ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto, |
Así que entre vítores, y al son de cuernos de carnero, trompetas, címbalos, arpas y liras, todo Israel llevaba el arca del pacto del Señor.
Y Ezequías y todo el pueblo se regocijaron de que Dios hubiera preparado al pueblo para hacerlo todo con rapidez.
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos
Más tarde estaba Jesús sentado en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron en privado:
Al instante recobró la vista. Entonces, glorificando a Dios, comenzó a seguir a Jesús, y todos los que lo vieron daban alabanza a Dios.
»Llegó otro siervo y dijo: “Señor, aquí tienes tu dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo.
Cuando se acercó a Betfagué y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos con este encargo:
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Ha surgido entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Muchos que se habían enterado de la señal realizada por Jesús salían a su encuentro.