Levítico 8:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Acto seguido, Moisés hizo que se acercaran Aarón y sus hijos, y los lavó con agua. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua. Biblia Nueva Traducción Viviente Después presentó a Aarón y a sus hijos y los lavó con agua. Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés, entonces, pidió que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Moisés hizo que Aarón y sus hijos se acercaran y los lavó con agua. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces mandó Moisés que se acercaran Aarón y sus hijos y los lavó con agua. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Moisés hizo llegar a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua. |
Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda de reunión, y los bañarás.
Siempre que entren en la Tienda de reunión, o cuando se acerquen al altar y presenten al Señor alguna ofrenda por fuego, deberán lavarse con agua
»Lleva luego a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda de reunión, haz que se bañen,
¡Lavaos, limpiaos! ¡Apartad de mi vista vuestras obras malvadas! ¡Dejad de hacer el mal!
Os rociaré con agua pura, y quedaréis purificados. Os limpiaré de todas vuestras impurezas e idolatrías.
Se pondrá la túnica sagrada de lino y la ropa interior de lino. Se ceñirá con la faja de lino y se pondrá la tiara de lino. Estas son las vestiduras sagradas que se pondrá después de haberse bañado con agua.
»En aquel día se abrirá una fuente para lavar del pecado y de la impureza a la casa real de David y a los habitantes de Jerusalén.
Y eso erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.
para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra,
Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.
No se trata más que de reglas externas relacionadas con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, válidas solo hasta el tiempo señalado para reformarlo todo.
―Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: ―Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.