Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Levítico 19:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»Respetad todos vosotros a vuestra madre y a vuestro padre, y observad mis sábados. Yo soy el Señor vuestro Dios.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Cada uno de ustedes tenga gran respeto por su madre y su padre, y siempre guarde mis días de descanso. Yo soy el Señor su Dios.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Todos ustedes respetarán a su padre y a su madre y guardarán mis sábados. ¡Yo soy Yavé, su Dios!

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Cada uno temerá a su madre y a su padre,° y guardaréis° mis días de reposo.° Yo, YHVH vuestro Dios.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cada uno de vosotros respetará a su padre y a su madre; y guardaréis mis sábados. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis sábados guardaréis: Yo soy Jehová vuestro Dios.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Levítico 19:3
31 Referans Kwoze  

José los retiró de las rodillas de Israel y se postró rostro en tierra.


Les diste a conocer tu sábado santo, y por medio de tu servidor Moisés les entregaste tus mandamientos, estatutos y leyes.


Tened en cuenta que yo, el Señor, os he dado el sábado. Por eso en el día sexto os doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos debéis quedaros donde estéis».


»Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.


»Acuérdate del sábado, para consagrarlo.


»El que mate a su padre o a su madre será condenado a muerte.


»El que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte.


Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre.


Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.


»Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre.


»Al que mira con desdén a su padre, y rehúsa obedecer a su madre, que los cuervos del valle le saquen los ojos y que se lo coman vivo los buitres.


»Si dejas de profanar el sábado, y no haces negocios en mi día santo; si llamas al sábado “delicia”, y al día santo del Señor, “honorable”; si te abstienes de profanarlo, y lo honras no haciendo negocios ni profiriendo palabras inútiles,


También les di mis sábados como una señal entre ellos y yo, para que reconocieran que yo, el Señor, he consagrado los sábados para mí.


Yo soy el Señor vuestro Dios, así que santificaos y manteneos santos, porque yo soy santo. No os hagáis impuros por causa de los animales que se arrastran.


y en el quinto año ya podréis comer de su fruto. De este modo, aumentaréis vuestras cosechas. Yo soy el Señor vuestro Dios.


»Observad mis sábados, y tened reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.


»No acudáis a la nigromancia, ni busquéis a los espiritistas, porque os haréis impuros por causa de ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios.


Al contrario, tratadlo como si fuera uno de vosotros. Amadlo como a vosotros mismos, porque también vosotros fuisteis extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor y Dios de Israel.


»Trabajaréis durante seis días, pero el séptimo día es de reposo, es un día de fiesta solemne en mi honor, en el que no haréis ningún trabajo. Dondequiera que viváis, será sábado consagrado al Señor.


»Observad mis sábados y mostrad reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.


»El hijo honra a su padre y el siervo, a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y, si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo, el Señor Todopoderoso, os pregunto a vosotros, sacerdotes que despreciáis mi nombre. »Y encima preguntáis: “¿En qué hemos despreciado tu nombre?”


“Maldito sea quien deshonre a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”


»Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.


Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los espíritus, para que vivamos?