Al tercer día les dijo: ―Yo soy un hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestra vida.
Levítico 19:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 »No maldigas al sordo, ni le pongas tropiezos al ciego, sino teme a tu Dios. Yo soy el Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente »No insultes al sordo ni hagas tropezar al ciego. Debes temer a tu Dios; yo soy el Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) No gritarás maldiciones al sordo, ni pondrás obstáculos al ciego, sino que temerás a tu Dios. ¡Yo soy Yavé! La Biblia Textual 3a Edicion No maldecirás al sordo, ni ante un ciego colocarás tropiezo,° sino que tendrás temor de tu Dios. Yo, YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego. Teme a tu Dios. Yo, Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al sordo no maldecirás, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios: Yo soy Jehová. |
Al tercer día les dijo: ―Yo soy un hombre temeroso de Dios. Haced lo siguiente y salvaréis vuestra vida.
En cambio, los gobernadores que me precedieron habían impuesto cargas sobre el pueblo, y cada día les habían exigido comida y vino por un valor de cuarenta monedas de plata. También sus criados oprimían al pueblo. En cambio yo, por temor a Dios, no hice eso.
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre!
»No perviertas la justicia, ni te muestres parcial en favor del pobre o del rico, sino juzga a todos con justicia.
»Ponte de pie en presencia de los mayores. »Respeta a los ancianos. »Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.
No os explotaréis los unos a los otros, sino que temeréis a vuestro Dios. Yo soy el Señor vuestro Dios.
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, proponeos no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
No hagáis tropezar a nadie, ni a judíos, ni a gentiles ni a la iglesia de Dios.
“Maldito sea quien desvíe de su camino a un ciego”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”
Ya que invocáis como Padre al que juzga con imparcialidad las obras de cada uno, vivid con temor reverente mientras seáis peregrinos en este mundo.
Dad a todos el debido respeto: amad a los hermanos, temed a Dios, respetad al rey.
No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balán, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales.